Para emprender, hay que pasar a la acción. Las ideas de negocio vienen de problemas no resueltos, donde surge la necesidad. Lo que el emprendedor debe hacer es estar atento a esas necesidades, de modo que pueda captar esa carencia y generar una solución.
Podemos iniciar preguntándonos a nosotros mismos, ¿con qué no estoy satisfecho? ¿cómo puedo hacer que cierto grupo de personas tengan una mejor calidad de vida?; y es, precisamente, ese tipo de preguntas que desarrollen buenas ideas de negocio.
Si no ponemos en práctica nuestro modelo de negocio, se quedará solo como una idea. Dejemos las excusas de lado, ejecutemos nuestras ideas de negocios, hagámoslas realidad, evitemos el repensar las cosas esperando la perfección.
Para tener las ideas más claras, hemos preparado estos 9 pasos que debes seguir si estás pensando en emprender.
Identifica los recursos que tienes:
Al emprender vamos a necesitar una serie de recursos que pueden ser: materiales, equipos, personas, dinero. Mientras vas reuniendo lo necesario, es preciso que inicies con lo que ya tienes; por ello, es importantes que identifiques aquellos recursos con los que cuentas, en lugar de lo que te hace falta.
Por ejemplo, puedes empezar identificando si tienes espacio en tu casa para iniciar el negocio, qué muebles tienes, si cuentas con una computadora, cuánto dinero de inversión necesitas para la puesta en marcha del negocio, etc.
Conoce personas que te complementen:
La clave es permitirte conocer personas que compartan tu visión y tengan tu mismo espíritu de emprendimiento, que estén dispuestos a lucharla contigo, aunque lleguen días difíciles; quien sabe y pueda convertirse en tu socio cofundador. Bien dicen que “si quieres llegar rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado”.
Define tu modelo de negocio:
Crucial para emprender, es necesario, saber qué vas a vender, definir tu mercado objetivo, cómo vas a llegar a ellos, la inversión que tendrás disponible junto con tu propuesta de valor, son las bases sobre las que empezarás a construir.
Enfócate en la esencia del negocio:
Cuando se inicia un proyecto de negocio, lo que el emprendedor quiere hacer es ofrecer a sus clientes una gran diversidad de productos o servicios. Lo recomendable es que, al empezar, nos enfoquemos en la esencia del negocio, con la finalidad de asegurar procesos, tener mayor control sobre las operaciones. En medida que vamos creciendo, podríamos implementar estos adicionales.
Ordena tus horarios:
Como emprendedor, probablemente, dediques mucho tiempo a la parte operativa de tu negocio, pero es vital que también te fijes en la parte estratégica.
Lo operativo es el quehacer diario, lo que hace que tu negocio se mantenga en marcha, pero lo estratégico es lo que hace que tu negocio siga creciendo.
No todo en la vida es trabajo, diferencia entre tus horarios en tu negocio y tu tiempo libre con el que puedas disfrutar con tu familia, de ti mismo; logrando recargar energía e inicies un nuevo día con mente positiva.
Maximiza tu red de contactos:
Un emprendedor exitoso se caracteriza por entablar relaciones estratégicas. Para ello, sugerimos que asistas a charlas, seminarios, conferencias, que te permitan conocer a nuevas personas con las que quizás, puedan convertirse en futuros clientes o proveedores.
Lánzate al mercado:
A veces como emprendedores, pensamos que nuestro producto tiene que estar perfecto para por fin ver la luz, y quizás ese día, no llegue. Un producto tendrá oportunidad de mejoras, cuando tenga mayor interacción con los clientes y con esa información, agregar capas de valor, de acuerdo a las necesidades y expectativas de tus clientes.
Sácale provecho a la tecnología:
La tecnología, de la mano con el internet, nos ha facilitado una serie de herramientas que nos permiten aperturar más canales de comunicación con nuestros clientes, crear campañas potentes y creativas que cautiven a más audiencia y optimizar procesos y tiempos de respuesta.
Si se trata de crear canales de comunicación, solo deberás implementarlos siempre que tengas la seguridad que podrás responder y asumir la responsabilidad de hacer un continuo seguimiento, caso contrario esto podría generar una mala experiencia para el cliente.
Aprende a más no poder:
El emprendedor se caracteriza por tener un hambre de conocimiento, lo cultiva, busca alternativas y lo pone en práctica. Esta hambre de conocimiento hace que constantemente se encuentre en búsqueda de aprender nuevas técnicas, tecnologías u otros, que pueda utilizar e implementar en el negocio. La tecnología ha facilitado que, incluso, podamos llevar cursos, talleres, diplomados u otros tipos de programas, rompiendo las barreras de la distancia.