Ser mamá es una experiencia admirable, llena de retos y desafíos. Estas condiciones se vuelven mucho más demandantes cuando, a la par, se dirige un proyecto de vida, una empresa, un emprendimiento. Precisamente por ello, las mamás emprendedoras enfrentan un doble desafío, ya que, al igual que en la crianza de sus hijos, deben ponerle mucho corazón, garra y perseverancia para sacar adelante su negocio.
Los sueños se pueden convertir en realidad, siempre que se trabaje en acciones concretas para alcanzarlos; sea: construir una familia, dirigir una empresa, convertirse en una experta en una determinada materia y, finalmente, con lo que a uno le gusta hacer, pueda marcar la pauta para brindar una propuesta atractiva.
Esta nota presenta las capacidades diferenciadoras de aquellas que son mamás emprendedoras, aplicables tanto en la vida misma como en los negocios.
¿Cómo equilibran las mamás emprendedoras su vida personal y profesional?
El equilibrio entre vida personal y profesional para las mamás emprendedoras es un desafío constante, pero no imposible. Su capacidad de organización es clave. Muchas dividen su tiempo de manera estricta, estableciendo horarios específicos para su familia y para su negocio.
Las tareas cotidianas, como llevar a los niños al colegio o preparar sus comidas, se coordinan con reuniones con clientes, revisión de productos o gestión de redes sociales para su empresa. Es un acto de malabarismo diario, pero lo logran con planificación y enfoque.
¿Qué retos enfrentan las mamás emprendedoras al dirigir un negocio?
Uno de los mayores retos es el sacrificio. Al combinar ambos mundos, a menudo deben dejar de lado actividades recreativas o descanso personal. Las noches pueden ser largas tanto por el cuidado de un hijo enfermo como por resolver temas de negocio. Además, otro reto importante es la gestión del tiempo. Mantener todo en orden, sin descuidar ni a la familia ni al emprendimiento, implica tomar decisiones difíciles y priorizar constantemente.
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¿Cuál es la relación entre ser mamá y sacar adelante un emprendimiento?
Ser mamá y dirigir un negocio son dos roles que se complementan de manera única. El hecho de ser madre otorga habilidades de multitarea, gestión emocional y una resiliencia excepcional. Al igual que al criar hijos, un emprendimiento requiere atención constante, sacrificio y la capacidad de adaptarse a circunstancias cambiantes. Las mamás emprendedoras saben que, al igual que en la crianza, en los negocios no siempre todo sale como se espera, pero siempre hay lecciones valiosas que aprender y oportunidades de mejora.
¿Cómo manejan las mamás emprendedoras las finanzas de su negocio y su hogar?
Manejar las finanzas es otro campo donde las mamás emprendedoras sobresalen. Desarrollan una notable capacidad de organización, lo que les permite llevar las cuentas de la casa y del negocio de forma eficiente.
Utilizan herramientas digitales, muchas veces gestionan ambos presupuestos de manera separada para evitar confusiones, y priorizan inversiones inteligentes que beneficien tanto a su familia como a su empresa. Además, muchas mamás emprendedoras se apoyan en redes sociales para promocionar sus productos o servicios, lo que reduce costos de marketing y aumenta la visibilidad de sus negocios.
¿Cuáles son las capacidades diferenciadoras desarrolladas por las mamás emprendedoras?
Tan claro como el agua, las madres emprendedoras son muy organizadas, pueden haber tenido un día a full, pero así hacen tiempo para sus actividades, en el hogar y en el emprendimiento.
El día a día de una mamá emprendedora de por sí es una montaña rusa de emociones. Un día pueden acostarse con un nudo en la garganta y al otro, son triunfadoras.
Aman lo que hacen:
Las mamás y emprendedoras tienen en su familia su más grande tesoro, cuidar de ellos y mimarlos es una de las cosas que más disfrutan al estar a su lado. De igual forma, en su emprendimiento, trabajar sobre aquello que las apasiona, hace que en realidad no lo sienta como un trabajo, sino como que ha encontrado en uno de sus hobbies, uno de sus propósitos de vida.
No tienen miedo de asumir riesgos:
Las mamás y emprendedoras asumen riesgos en cada momento. Es así que las mamás afrontan cualquier adversidad o contratiempo desde que saben que están embarazadas, cumpliendo cabalmente todo su programa pre y post natal.
Asimismo, su emprendimiento es como un hijo, que estaba planeado como parte de su proyecto de vida, que finalmente, demandará tiempo, esfuerzo y perseverancia. Por ejemplo, adaptarse a los cambios que se suscitaron ante el confinamiento, fue un gran reto, ya que es muy probable que se realizara una nueva inversión, pero que, en definitiva, fue un acierto.
Esfuerzo y sacrificio:
Cuando los niños se enferman, la mamá está al pendiente de cada avance, atenta a los horarios de las medicinas, la cita con el médico, la toma de temperatura. Por las noches, aguarda y acompaña a los niños; en ocasiones, esta es una labor impide que se pueda dormir lo suficiente.
En el emprendimiento, al inicio, dejas de lado algunos momentos de descanso, quizás se reducen las horas de salidas con las amigas, que habrán valido la pena para que tu negocio florezca.
Alta capacidad de organización:
Las mamás y emprendedoras tienen muy desarrollada su capacidad de organización, ya que les alcanza el tiempo para todo lo programado. Lo importante es tener planeada todas las actividades a realizar y destinar el tiempo oportuno para poder concretarlo.
Las mamás tendrán que dividir su tiempo entre alistar a los niños para el colegio, preparar el desayuno, ayudarlo en las tareas, exposiciones, estudiar para los exámenes, preparar los materiales para clase.
Por su lado emprendedor, deberá hacer más con menos, la organización le permitirá utilizar al máximo su tiempo para destinarlo a las actividades cruciales para su empresa, como: reuniones con clientes, revisión de objetivos con el equipo, visita a proveedores, pruebas de productos, actualizar licencias, etc.
Motivar al equipo:
Cuando alguno de los niños está triste porque su equipo de fútbol no ganó, la mamá es quien le da palabras de aliento y lo motiva a seguir y entender. No siempre se gana, pero se aprende de cada partido, todo ello servirá para no cometer los mismos errores.
En el emprendimiento, como líder, es capaz de identificar en su equipo cambios en el comportamiento habitual, gestos, tono de voz y partiendo de ello, utilizar su inteligencia emocional para ayudarlos a que puedan continuar.
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