En toda empresa, los activos y pasivos van perdiendo valor a lo largo del tiempo. Esa pérdida se conoce como amortización de una empresa y se registra en los asientos contables considerando los años de vida de los bienes. Además, se tienen en cuenta otras variables como las fluctuaciones en los precios del mercado o las leyes de oferta y demanda.
Saber calcularla es importante para conocer en todo momento el patrimonio de la empresa, como así también, su nivel de solvencia y su capacidad financiera.
¿Qué es la amortización de una empresa y cómo afecta su valor?
La amortización en el contexto financiero y contable se refiere al proceso de distribuir el costo de un activo a lo largo de su vida útil. Los activos, como maquinaria, edificios, vehículos y otros bienes tangibles, tienen un período de tiempo durante el cual se espera que generen beneficios para la empresa. La amortización de una empresa es una forma de reconocer gradualmente el costo de esos activos en los estados financieros a lo largo de su vida útil.
La amortización se aplica principalmente a activos de larga duración y se realiza mediante métodos contables específicos, como el método de línea recta o el método de depreciación acelerada. Estos métodos determinan cómo se distribuye el costo del activo a lo largo del tiempo.
La amortización afecta el valor de una empresa de varias maneras:
- Impacto en los estados financieros. La amortización afecta directamente los estados financieros de una empresa. Al distribuir el costo de los activos a lo largo del tiempo, se refleja en la cuenta de resultados y en el balance general.
- Gasto contable. Se contabiliza como un gasto en los estados financieros, lo que reduce el beneficio neto de la empresa. Un mayor gasto de amortización puede afectar la rentabilidad de la empresa en un período determinado.
- Valor en libros de los activos. Reduce el valor en libros de los activos a medida que se aplica. Esto puede afectar la salud financiera percibida de la empresa y su capacidad para generar beneficios a largo plazo.
- Valoración de la empresa. Los inversionistas y analistas financieros a menudo consideran la amortización al evaluar la salud financiera y el rendimiento de una empresa. Un manejo adecuado de la amortización puede indicar una gestión financiera prudente.
- Flujo de efectivo: Aunque la amortización es un gasto contable no relacionado con el desembolso de efectivo, los inversionistas pueden ajustar los estados financieros para reflejar el impacto real en el flujo de efectivo.
¿Cómo se calcula la amortización en una empresa?
Todos los tipos de empresas deben calcular y registrar la amortización de sus activos y pasivos. El procedimiento es distinto según se trate de bienes, derechos u obligaciones:
1. De activos
El método más conocido se aplica a los activos tangibles de la empresa. Por ejemplo, maquinaria, inmuebles e instalaciones. Se calcula dividiendo el costo de adquisición del bien por los años que se ha utilizado. Luego, el resultado se registra contablemente como un gasto fijo todos los años. Estas son las principales formas de calcularlo:
- Lineal. El bien se deprecia en cuotas anuales que tienen todos los años el mismo valor. Puede calcularse como un porcentaje de amortización anual para el activo o bien, dividiendo su costo de adquisición por los años de vida útil.
- Decreciente. Se descuenta, cada año, un porcentaje determinado al valor pendiente de amortización según una escala fija. Así, el valor del bien va reduciéndose en cada ejercicio contable. Corresponde un 1,5% si el bien tiene menos de 5 años, 2% hasta los 8 años y 2,5% si supera los 8 años de antigüedad.
En líneas generales, la amortización de un activo equivale a una pérdida de valor del bien como consecuencia de su uso, desgaste o si queda obsoleto con el tiempo.
2. De pasivos
La amortización de pasivos hace referencia a la cancelación de deudas. Cada vez que paga una cuota de un crédito o préstamo, el deudor reduce o amortiza sus obligaciones financieras. Muchas veces, al cancelar sus deudas a tiempo, se beneficia con un menor pago de intereses.
En el balance general, estos movimientos pueden aparecer como un pago a proveedores, cuotas de créditos bancarios u otras deudas con terceros acreedores. Existen tres métodos de cálculo:
- Francés. Todos los meses pagas la misma cantidad de dinero. Una parte de la cuota corresponde al capital y otra parte, al interés. Este es el método más común en los créditos empresariales.
- Alemán. El interés se paga en las primeras cuotas y por eso son más altas. A medida que se amortiza la deuda, pagas más capital y menos interés.
- Americano. El capital solo se paga en la última cuota, al vencimiento del préstamo. El resto de las cuotas mensuales corresponden al interés.
Normalmente, amortizar un pasivo significa pagar parcial o totalmente una deuda, reduciendo las obligaciones de tu compañía.
En resumen, la amortización es un aspecto importante de la contabilidad que afecta tanto la presentación de informes financieros como la valoración de una empresa. La gestión adecuada de la amortización puede tener un impacto positivo en la percepción de los inversionistas y en la salud financiera general de la empresa.
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