Dicen que la llegada de todo niño viene con un pan bajo el brazo. La realidad de ello es que son, principalmente los padres quienes, con su esfuerzo, hacen que el niño pueda tener todo aquello que necesitará desde pañales, ropa, zapatos, juguetes, un hogar cálido y en medida que va creciendo, estudios, entretenimiento, salidas.
Aquellos que son padres, saben que tener un hijo es caro y, más que ser un gasto, es una inversión que se hace con amor, porque esperas que tu niño tenga aquello que no tuviste y, con el tiempo, se convierta en un gran profesional, incluso llegando a ser mejor que tú, con valores y principios inculcados en el hogar.
También debes considerar que el dinero y la constancia para su ahorro, es primordial para que se transforme en un hábito, sea cual fuere el objetivo, construir y trabajar en este hábito es lo que definirá el alcanzar aquellos objetivos trazados.
Conoce al revés y al derecho tu presupuesto:
Tu presupuesto está conformado por todos los ingresos que tienes y, los egresos representan todas las salidas de dinero.
Conocer tu presupuesto, te permitirá identificar aquellos gastos que están haciendo que tu dinero se esfume, a veces sin siquiera percatarte de ello, obstaculizando tu futuro objetivo financiero.
Estos gastos se pueden presentar como salidas importantes de dinero siempre que los totalices al mes, por trimestre, semestre o anualmente. Diariamente parecen inofensivos, pero proyectado, la perspectiva cambia.
Al identificar estos gastos, podrás analizar si valen o no la pena, simplemente respóndete ¿qué ocurriría si lo retiro de mi presupuesto? Si la respuesta es nada, entonces ya sabes lo que tienes que hacer.
Investiga el monto de la mensualidad o costos del colegio o universidad:
En este segundo paso, ya conociendo tu presupuesto, y luego de retirar aquellos gastos innecesarios, estás listo para iniciar una investigación sobre los costos de aquellos colegios y/o universidades de tu interés. Recuerda que, si se trata de una universidad, la mensualidad por carrera también varía, pero en líneas generales podrás conocer un promedio de costo requerido de la mensualidad para luego totalizarlo.
Ahora, hay otro factor que debes tomar en cuenta, recuerda que de acuerdo al concepto económico “el valor del dinero en el tiempo”, parte de la premisa que el dinero de hoy, no es el mismo que el dinero del mañana. Así que tendrás que incluir un porcentaje adicional para llegar a cubrir esta diferencia o, en su defecto, conocer el tipo de producto que utilizarás para este fin.
Identifica tu capacidad de ahorro:
Una vez de conocer el monto aproximado de la inversión, es necesario que identifiques, valiéndote de los ingresos que has incluido en tu presupuesto, el monto o el porcentaje que podrías destinar al ahorro para la educación futura de tus hijos.
Ahora, si ves que el monto de lo proyectas como ahorro no llega a cubrir la inversión en educación, es hora de revisar nuevamente tu presupuesto y en los ingresos ver de qué forma podemos generar adicionales ya sea como asesoría o consultoría y, en los egresos, revisar si es posible ajustar otros gastos.
Define tu meta de ahorro:
Es este paso, es preciso que ya tengas el panorama mucho más claro y definas el horizonte de la inversión; es decir, se define el monto y el tiempo al cual se destinará el dinero para el ahorro, con el fin de construir el futuro y la educación de tus peques.
Además, quizás si llegan tiempos de bonanzas puedes aprovechar para redefinir tu meta y tener un nuevo proyectado mucho más retador.
Del otro lado, si por circunstancias de la vida, hay temporadas de vacas flacas, de igual forma, reajusta la meta de ahorro para que no te pongas la soga al cuello.
Escoge un buen vehículo de ahorro:
Luego de haber recorrido los pasos anteriores, llega la pregunta ¿Dónde colocar este dinero? Y es una interrogante que todo padre de familia que tiene en mente el ahorro para el futuro educativo de sus hijos, se hace en algún momento.
Primero, debes identificar tu perfil de riesgo, con el ello conocer cuáles son los productos que existen en el mercado, estos pueden ser un seguro educativo. Sin embargo, ten en mente que el instrumento que elijas hará la diferencia entre pagar intereses o generar rendimientos.