El 2020 siempre será recordado como el inicio de un año lleno de incertidumbre para personas jurídicas y naturales, generado por el impacto del Covid-19 en el sector salud y desencadenando también un impacto inmediato e indiscutible en la contracción de los ingresos promedios.
Factoring se ha convertido en una excelente y muy atractiva opción de financiamiento para las empresas catalogadas como MIPYMES.
La finalidad del factoring es obtener el financiamiento que brinda la
posibilidad que la empresa pueda sostenerse y desarrollarse,
accediendo a capital y generando liquidez para afrontar sus gastos en
el corto plazo; reduciendo el riesgo de romper la cadena de
abastecimiento de su negocio.
Movimientos con factoring 2020
En los últimos años, el financiamiento por factoring ha tenido un crecimiento favorable. Según menciona diario Gestión: “Entre enero y diciembre del 2020, se negociaron más de 600,000 facturas, alcanzando S/ 13,000 millones, beneficiando a más de 13,000 empresas a nivel de todo el país, de las cuales 10,264 corresponden a las MYPE”.
Al hacer un comparativo, los S/ 13,000 millones alcanzados con factoring durante el 2020, equivalen a 20.6 veces el monto financiado en el 2016.
Si bien es una cifra avasalladora, la crisis desatada por la pandemia
generó amenazas y oportunidades, es como una dualidad de
argumentos para un mismo tema ¿Y a qué nos referimos con ello?
Sencillo, si bien el Covid -19 trajo consigo un duro golpe a la
economía mundial y peruana; estas amenazas, bajo una visión
innovadora con un alto panorama de desenvolvimiento, pueden ser
transformadas en oportunidades de crecimiento para las empresas
como el factoring y sus beneficios para la reactivación.
Un claro ejemplo es la aceleración de la digitalización de sus procesos como parte de las operaciones del negocio que pueden llegar a significar ahorros para el negocio.
¿Cuál es el potencial de crecimiento de Factoring?
Proyectándose a seguir manteniendo su curva de crecimiento en los próximos años, Factoring podría crecer hasta en diez veces su proporción, tomando como referente la dinamización, implementación y uso de la facturación electrónica por parte de los procesos de las MIPYMES, beneficiándolos con la construcción de un historial crediticio minucioso.