¿Alguna vez has conversado con tus hijos sobre el dinero o el ahorro? Quizás, algunos dirán que sí lo hicieron en algunas pocas ocasiones. Este es un tema muy importante que debemos saber abordar con los niños y ayudarlos para que desde pequeños forjen una cultura financiera positiva que los ayudará para toda la vida.
De nada sirve hablar sobre finanzas personales a los niños si nosotros mismos no lo ponemos en práctica, recuerda que somos el modelo a seguir de nuestros pequeños. Se debe predicar con el ejemplo.
A continuación, proponemos 5 claves de enseñanza sobre finanzas personales, para que sepas cómo aplicarlo con los niños.
El significado del dinero:
El primer paso es explicarles el significado del dinero y lo qué pueden conseguir con él.
Dependiendo de la edad que el niño tenga, es probable que haya asociado ciertas características propias del dinero a los hábitos de compra que ha observado cuando nos ha acompañado a hacer compras en bodegas, tiendas o centros comerciales.
Debemos de explicar a nuestros niños que, por medio del dinero, podemos obtener algunos productos o servicios, como aquellos que podemos tener en casa: los alimentos para las comidas, el pan, la ropa, los juguetes o regalos de cumpleaños. Se sugiere siempre asociarlo a productos que ellos conozcan o con aquellos con los que tengan interacción.
Es recomendable que por lo menos al principio, los niños solo sean partícipes de las transacciones con billetes o monedas, debido al concepto abstracto de las tarjetas de crédito o débito.
Experimenten el ciclo del dinero:
Para que los niños experimenten el ciclo del dinero, es necesario que identifiquen de dónde vienen sus ingresos y a dónde se va su dinero, así como las decisiones que tiene que tomar respecto a este. Tratemos de explicarles en términos sencillos, por medio de ejemplos.
Los ingresos pueden llegar a través de regalos que reciben en su cumpleaños, navidad o alguna fecha festiva importante o también un pago semanal.
Si se trata de un pago, procura tener el presupuesto organizado para realizar el pago al niño, se debe ser consecuente.
Motívalo a crear oportunidades para ganar dinero:
Todos sabemos que el dinero ganado por nuestro propio esfuerzo, es el que más valoramos.
Esta es una importante premisa que debemos explicar a los niños y qué mejor forma de hacerlo que motivándolos a crear oportunidades para que puedan ganar su propio dinero; claro está, con un objetivo de por medio. Por ejemplo, digamos que el niño desea comprarse una figura de Naruto porque están en toda la onda de este personaje, al igual que sus amigos. Esta figura tiene un precio de S/90.00 y su cumpleaños no está cerca.
Aquí los padres pueden proponer realizar algunas actividades de apoyo en casa que no sean parte de sus obligaciones, estas deben ser tareas opcionales y plantearle que si las realiza habrá un pago.
Una vez aceptado ello, el niño con el tiempo verá los resultados. Ahora, si quiere sumar esfuerzos verá la forma de iniciar un emprendimiento, quizás por temporada. Por ejemplo, preparar chocotejas para ventas a pedido o ofrecerlas a su familia o en verano vender desde casa gelatinas a los vecinos.
Ayúdalo en crear el hábito de ahorro:
Es necesario plantear a nuestros niños el significado del ahorro con palabras sencillas y términos amigables que ellos puedan comprender. Podemos decirles que el ahorro nos ayuda a alcanzar lo que queremos comprar, quizás un juguete, un regalo para algún familiar o algo que ellos deseen, siempre partiendo de un objetivo.
Para que tomen esta definición de ahorro, podemos comprarle una alcancía de su personaje favorito o incluso, hay algunas que son a pilas. Así cuando reciba un dinero, podrá destinar un porcentaje a su ahorro para que poco a poco vaya concretando el objetivo que se ha planteado.
Enséñale la importancia de la toma de decisiones:
Digamos que el niño dispone de una propina o un dinero que ha venido ahorrando, aquí debemos darle la libertad que pueda utilizar ese dinero para comprar lo que él quiera. Esto le ayudará a experimentar que una vez que se gaste ese dinero será por las decisiones que tomó, aún así, si eso significa no tomar la decisión “correcta”. Como sabemos, toda decisión siempre genera aprendizaje.