Finanzas en pareja: Consejos que debes seguir

La administración del dinero puede ser uno de los aspectos que generan más desacuerdos en una relación formal o en el matrimonio. En ocasiones estos desacuerdos se generan respecto a quién gasta más o quien no ahorra lo necesario para los fines que la pareja acuerde.

El manejo del dinero tiene que ver mucho con nuestra personalidad financiera. Quizás seamos un alma libre que se deje llevar por el momento y realice compras de forma repentina o, seamos un poco más o organizados con nuestros gastos y planifiquemos las compras grandes que realizamos, destinando también un porcentaje al ahorro.

Lo más complicado es la forma en cómo ambas partes pueden combinar sus finanzas, mantener un equilibrio, a expensas de cumplir los objetivos, que, como pareja, se han trazado. Ello con la finalidad de no solo lograr un futuro económico sostenible, sino también el desarrollo de la relación.

Revisemos estos 6 consejos que hemos preparado para este interesante tema:

Tener una cita:

Conversar sobre dinero o finanzas de la pareja no tiene que ser para nada un tabú o un tema incómodo, más bien debe ser un tema el cual de sí o sí se deba conversar con la pareja, cada cierto tiempo.

En este primer paso, esta conversación se debe dar como si fuera una cita, en un ambiente tranquilo. Debemos evitar que sea en días o semanas donde algún miembro de la pareja se encuentre ofuscado, estresado. En esta cita podemos preparar algo especial y acompañarlo de alguna bebida favorita de ambos y se torne en un ambiente más confortable.

Definir sueños y objetivos:

Toda pareja espera que en conjunto puedan sumar esfuerzos para definir los sueños que quieren alcanzar a un corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo, pueden definir realizar un viaje nacional y para fines de año, quizás, uno al extranjero. Otro ejemplo es optar por tener su propio departamento o casa asumir un crédito hipotecario.

Básicamente se debe definir: ¿Cómo se ven en un tiempo determinado?, ¿Qué es lo que quieren alcanzar? ¿Cómo se proyectan ambos? y ¿Cómo juntos pueden alcanzar aquello que han definido?

Construir un presupuesto:

En el presupuesto a construir por la pareja, lo que ahora se suele hacer además de determinar los ingresos que cada uno tiene, es incluir los gastos en conjunto (como los servicios de luz, agua, internet, comida, etc.), el ahorro para alcanzar el sueño u objetivo de la pareja; así como las deudas que hayan adquirido en conjunto y un fondo de emergencia para cubrir ciertos eventos repentinos e inesperados.

En base a lo mencionado, se realizará la distribución de los gastos en conjunto.

Si la pareja tiene ingresos bastante similares, lo adecuado es dividir a la mitad los gastos en conjunto. Si se da el caso que los ingresos son distintos, entonces se plantea asumir gastos compartidos de forma proporcional al nivel de ingresos.

Elegir un plan de ahorro:

El plan de ahorro en pareja sigue una línea similar a la mencionado en el punto anterior y que se sugiere podamos expresarlo en porcentaje, por ejemplo, de la siguiente forma: ahorro mensual del 10% del ingreso de cada uno.

Ahora, depende mucho de los diferentes tipos de productos financieros y las tasas que ofrezcan en el mercado. Si es un ahorro a mediano o largo plazo, pueden aperturar una cuenta a plazo fijo. Otra idea es que, ese dinero ahorrado, lo pueden invertir y obtener, probablemente, mejores resultados.

Contar con un fondo de emergencia:

Un fondo de emergencia de la pareja es siempre útil y necesario ya que nos ayudará a asumir gastos inesperados, más aún si tenemos hijos y mascotas. Por ejemplo, si uno de nuestros hijos se enferma por un largo tiempo, o necesita atención médica. Si bien, esto lo puede cubrir en parte el seguro, la otra parte debe ser asumida por nosotros, y es justamente aquí donde entra a tallar el fondo de emergencia que se ha construido en pareja.

Caso similar puede ocurrir con nuestros amigos de cuatro patas.

Comunicación y respeto:

La comunicación es fundamental en la relación y, dado que cualquier imprevisto podría ocurrir en cualquier momento, que podría, en cierta forma, retrasar o complicar nuestros planes, debe de manejarse todo de forma altura y con respeto, buscando siempre llegar a un acuerdo y a una pronta solución.