7 errores más comunes al emprender

Cometer errores en los negocios por lo general es visto como algo negativo; sin embargo, los errores de los emprendedores son oportunidades de aprender y crecer en el mundo de los negocios.

Lo importante de las fallas o errores que se cometen cuando se es emprendedor es aprender de ellos, identificar los desaciertos que tuvimos y no caer en la desesperación, ni ahogarse en la vergüenza o culpa.

Es más, como emprendedor deberías desarrollar tu habilidad para lidiar con el miedo a tomar decisiones. Siempre existe la posibilidad de no tomar la mejor decisión, pero eso no debería asustarte. De hecho, ello debería inspirarte a ser más audaz.

Estos son los 7 errores más comunes al emprender:

No tener definido el mercado objetivo:

Uno de los más grandes errores que se cometen al emprender, es tratar de venderle a todo el mundo. En este caso, invertirás recursos en un mercado que, finalmente, no está interesado en la solución que brinda con tu negocio.

Al no conocer el mercado objetivo de tu empresa, estás despilfarrando esfuerzos e inversión que podrías enfocarlo de una mejor forma y obteniendo mejores resultados; para evitarlo, tienes que tener bien marcado quiénes serán tus clientes.

Enfoque en el producto, luego en las personas:

Cuando creas un producto, lo implementas y determinas el modelo de negocio al cual estará orientado, es necesario e imprescindible que el enfoque se centre en las personas.

Si bien, generar mayores ventas y mayor rentabilidad es el fin de toda empresa y negocio, el enfocarse en las personas (clientes), es decir, tener como centro de la estrategia a los clientes, te permitirá conocerlos y en base a la identificación de sus comportamientos, tomar decisiones para diseñar una estrategia, de acuerdo a lo que los clientes necesitan.

Esto permitirá contar con clientes leales que no solo hagan una compra, sino realicen compras reiteradas.

Pensar que solo tú lo puedes hacer todo:

Al inicio, un emprendedor tendrá cierto miedo de delegar responsabilidades al equipo.

Probablemente, como fundador, creador y cabeza del negocio, eres quien mejor conoce tus productos, pero recuerda que en medida que el negocio crezca, asumirás nuevas responsabilidades; por lo cual, delegar es lo que corresponde. Tendrás que capacitar a tu equipo para encomendar las tareas necesarias y confiar en ellos.

Ejercer el micromanagement:

Para un emprendedor, su negocio es como si fuera su hijo; es por ello, que dejar de controlar diversas actividades puede llevarlos a un estrés muy fuerte.

Recordemos que el micromanagement es un término donde el jefe o encargado quiere estar detrás de cada paso, cada movimiento que realiza su equipo. Es como si un ente habitará con el equipo y que respira cerca a ellos. Esto no les permite avanzar como quisieran ya que esta actitud denota desconfianza en las tareas encomendadas.

No invertir en el negocio:

La lógica de un emprendedor es mejorar constantemente las soluciones que brinda a su mercado objetivo; por ende, la inversión debe ser constante en medida que se van identificando nuevas necesidades por parte de los clientes. Invertir es avanzar, avanzar es crecer. Nadie conoce más que tú, tu negocio.

Dudar de uno mismo y de tus propias habilidades:

Esta es una etapa complicada, ya que se suele hacer comparativos no tanto a nivel de negocio sino a nivel personal. Lo peculiar es que cada líder se desenvuelve de forma diferente y particular. Las personas a cargo tienen distintos enfoques, distintas habilidades y experiencias diversas; por lo que, compararse constantemente, solo alimentará tus dudas. Confía en ti y en tu expertis, así lograrás mejorar la dirección de tu negocio.

No tener presencia digital:

Muchos emprendedores aún no tienen presencia digital. Recordemos que nos encontramos en la era digital, que incluso se ha acelerado, debido a la pandemia del 2020.

Lo recomendable es iniciar con la creación de las redes sociales de la marca, facilitando la interacción con los clientes y dando a conocer detalles de nuestros productos o aclarando dudas que se presenten.

En medida que el negocio crezca se puede invertir en mejorar la presencia digital, incorporando una página web y en base a ella, ir generando distintos tipos de estrategias para mejorar el alcance y los leads de la marca.