Enrumbarse a compartir un departamento con roommates, sea que ya los conozcas y sean amigos o quizás, desconocidos, siempre tendrán pros y contras.
Los roommates pueden ayudarnos a reducir nuestros gastos mensuales, compartiendo un departamento más grande y confortable. Esto será así, siempre que lo comparemos con lo que las partes podrían pagar si asumieran todos los gastos incurridos de forma individual.
Sabemos que negociar los gastos y las finanzas personales con amigos o personas desconocidas, trae consigo posibles dificultades; principalmente, por que se pueden tener roommates que no siempre asumen las responsabilidades de pago que se tiene, porque no se dejaron en claro desde el inicio.
Conozcamos a continuación 4 tips financieros que nos ayudarán con nuestros roommates.
Delimitar los gastos individuales y los compartidos:
Es importante dejar en claro con el roommate, todos aquellos gastos que sean consumidos de forma individual o, que sean solo de pertenencia de uno de ellos. Por ejemplo: líneas móviles, productos de limpieza personal, como: cremas, lociones, shampoo, etc.
Respecto a los gastos compartidos, se debe tener en cuenta: el alquiler del departamento, productos de aseo del hogar, el pago de los servicios (agua, luz, internet, streaming).
En cuanto a los gastos de comida (desayunos, almuerzos y cenas), estos pueden colocarse como compartidos. Este punto se detallará en el siguiente apartado.
Definir la división de los gastos:
Teniendo en cuenta el punto anterior, nos enfocaremos en cómo realizar la división de los gastos compartidos y a definir la distribución de los gastos de las comidas.
Primero, lo ideal en los gastos compartidos es que sean divididos en porcentajes iguales, de acuerdo al número de roommates que el departamento albergue. La otra opción, es que la división de estos gastos se realice de forma directamente proporcional al uso o también, a los ingresos que tengan los involucrados; siempre y cuando, todos estén de acuerdo.
Para la división de los gastos de la comida, se pueden seguir dos caminos:
Hacer las compras de la quincena o mes y hacer el pago en partes iguales. Lo otro sería, que quién sea el designado de cocinar para esa semana o quincena, realice las compras, asumiendo los gastos de lo que tiene proyectado preparar.
Análisis de compras en conjunto:
Uno tiene que ser muy hábil para realizar cualquier tipo de compra, más aún si se trata de optimizar los recursos con los que se cuenta.
Veamos cómo podría aplicarse. Digamos que los roommates han decidido realizar las compras de uso compartido (comidas y productos del aseo del hogar); lo que esperan, es poder maximizar sus compras con el dinero que cuentan.
Para ello, se pueden aprovechar los productos que se encuentren con ofertas o descuentos en los supermercados o quizás también, acudir a tiendas mayoristas donde pondrán encontrar una gran variedad de productos de marcas diversas.
En un inicio esto significará instruir a tu roommate para que pueda conocer la importancia del ahorro, sobre todo en conjunto. A la par se va a poder identificar los productos y marcas que sean los más adecuados para cada uno de ellos.
Construir un fondo de emergencias:
Si estás pensando mudarte con un roommate, es sumamente importante que implementen un fondo de emergencia y así poder afrontar cualquier gasto imprevisto que pueda ocurrir en cualquier momento. Estos pueden ser: artefactos deteriorados, pago de servicios médicos de mascota que tienen en común, afrontar pagos compartidos que, por una temporada, sean difíciles de cubrir por el roommate.