¿Alguna vez se ha estresado por temas de finanzas personales? En algunos casos ha ocurrido, y la mejor forma de reducir este estrés financiero es tener un panorama claro de la situación por la que está atravesando, organizarse y tomar el control de la situación, abordando sus preocupaciones financieras.
De acuerdo a INEI, el 90% de peruanos sufre de estrés financiero, generalmente, debido a compromisos que asumen y que luego no pueden cumplir.
A continuación, se han preparado algunas recomendaciones para reducir su nivel de estrés y mejorar su economía.
Establecer un presupuesto y seguimiento de gastos:
En ocasiones, el estrés financiero es causado por una diferencia entre sus ingresos y sus egresos, donde sus egresos (representado por sus gastos) son mayores que el dinero que gana. En la mayoría de casos con estrés financiero se suele evitar establecer un presupuesto (con el respectivo seguimiento que amerita) por temor, quizás, a lo que puede identificar como parte de sus gastos y qué tendrá que reducir o quitar.
La creación de un presupuesto es uno de los primeros pasos más representativos, que le empezarán a dar significado a sus finanzas y a la vez, reducir el estrés que genera.
El punto de partida es establecer un presupuesto, el cual deberá ajustarse a sus respectivos ingresos mensuales. Luego, deberá llevar un registro de gastos, para hacer su seguimiento.
Teniendo en una sola foto esta información, estará en la capacidad de identificar sus malos hábitos de gasto regulares y cómo reducirlos. Tener este panorama, le permitirá realizar importantes cambios en su vida y verá un impacto en sus finanzas personales.
Contar con un colchón financiero:
El estrés financiero, por lo general, está asociado a un gasto (o varios de ellos) que se generaron de forma inesperada debido a ciertas situaciones; sin considerar si podía o no asumirlo posteriormente.
En estas situaciones, el camino ideal será siempre tener un fondo de emergencia que le pueda dar cierta flexibilidad, en algunos gastos inesperados; ofreciéndole alivio en momentos donde pueda tener gran tensión financiera. Algunos de estos casos suelen ser la avería del auto, los gastos médicos que no cubre el seguro, etc.
Incluir una fuente de ingresos adicional:
Agregar una nueva fuente de ingresos adicional puede ayudarlo a dar un respiro. Tenga en cuenta que, esta nueva fuente de ingresos, puede convertirse en un gran soporte, ya que generaría una mejora progresiva de los ingresos que percibe; con lo que podría cumplir con los objetos financieros en los que se haya comprometido previamente, como: el pago de deudas pendientes y definitivamente, la creación de un fondo de emergencia.
Solitar una asesoría con un especilista:
En este apartado abordaremos las dos posibles situaciones en las que se puede buscar un asesor financiero:
La primera es cuando tiene ingresos que requiere rentabilizar y busca una asesoría con un especialista en la materia, que lo oriente sobre, por ejemplo: cuál es la mejor opción de inversión, de acuerdo a su perfil de riesgo y brindarle las alternativas de acuerdo a su caso. Así la inversión puede ser en un inmueble, acciones, criptomonedas, factoring, etc. Brindándole un acompañamiento para el fin que necesite.
En el segundo caso, se suele representar cuando siente que ya se le ha salido de las manos el manejo de sus gastos y no ha logrado el progreso que ha estado esperando. Bajo este contexto, es mejor buscar a un experto que pueda orientarlo y construir un plan para ayudarlo a aliviar la carga y estrés. Un asesor se encargará de revisar sus necesidades y ,claro está, tomará sus ingresos como referencia, para hallar una forma de encontrar aquello que le genera estrés financiero y sobre ello, realizar ajustes que debe estar dispuesto a cumplir por su salud financiera que finalmente también repercute en su salud.